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El Señor Dios me ha abierto el oído(A);
Y no fui desobediente(B),
Ni me volví atrás.
Ofrecí Mi espalda a los que me herían,
Y Mis mejillas a los que me arrancaban la barba;
No escondí Mi rostro de injurias y salivazos(C).
El Señor Dios me ayuda(D),
Por eso no soy humillado,
Por eso he puesto Mi rostro como pedernal,
Y sé que no seré avergonzado(E).

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